
En estos últimos días, he andado especialmente sensible, lo que me ha llevado, porsupuesto, a ver una cantidad de películas romanticas inimaginables. A raiz de esto, me dí cuenta, que lo en realidad buscamos las mujeres, no es el principe azul, ni el hombre perfecto, ni siquiera el hombre que nos solucione la vida...no, para nada, lo que buscamos es mucho mas simple e ideal que eso.
Chicos, lean esto con atención, que algún día les puede ser útil.
No queremos al principe encantado, al que todas las mujeres quieren, queremos a nuestro principe, que esté con nosotras y solo con nosotras porque así lo prefieren. No queremos a un principe que nos mantenga y nos regale lujos materiales, queremos principes que nos dejen participar en la formación de nuestro hogar como un equipo y que los lujos que nos ofrezcan sean de sensaciones y proyectos mutuos. No queremos principes que nos vengan a rescatar cada vez que estemos en problemas, queremos saber que no tenemos que llamarlos para que ellos quieran cuidarnos, pero también poder necesitarlos de vez en cuando y poder cuidarlos a su vez y ser igual de necesarias para ellos. No queremos principes que se transformen en algo bello después de haber sido feos, los queremos como los elegimos. Queremos principes que nos puedan despertar desde el alma hasta la piel con un beso. No queremos que nos ofrezcan un castillo maravilloso y frio, pero si, un lugar al que llamar hogar, calido e indispensable para nuestro día a día.
En definitiva, lo que queremos es nuestro principe que va a hacer hasta lo imposible por estar a nuestro lado, que nos va a buscar por bosques, montañas y ríos hasta encontrarnos y cuando nos tengan nos van a hacer saber que nos pertenecemos mutuamente. Así es, por lo menos, mi "Principe Azul".